Jamás llegué a imaginar que tenerte tan lejos y sentirte tan cerca fuera a ser fácil, pero me equivoqué, ahora todo es "soplar y hacer burbujas" (botellas para los más ortodoxos) y ya te guardo cada día un rinconcito de Sol para recordarte que no te muevas, que la que va (o viene) soy yo. Con mis más y mis menos, los pros y los contras, las ganas y los miedos... ay! los miedos, no quiero ni pensar en ellos, porque el día que reservé el vuelo, no abrieron boca.
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