Manche Menschen ändern sich nie

Sorprendentemente, después de tan profundo letargo la casa no se viene abajo y este espacio sigue en pie.

Y aquí estamos otra vez, después de más de un año sigo igual de imbécil e igual de yonki. Todavía no puedo deshacerme de mis drogas blandas, o mejor dicho de las drogas que me ablandan, aunque no es lo mismo.

Una no puede presumir de una desintoxicación en toda regla, aún así, por fin he aprendido a decir basta, a darme un respiro, a dejar de padecer por angustias y sobrevivir a mis enajenaciones por sobredosis.
Más de una vez te cuestionas el por qué de esta situación, cual es el nexo

causal que existe entre esta segregación inestable de sensaciones y la necesidad que te envuelve a repetir de ese no ser que te llena la cabeza de dudas. Empiezas a regalarle absurdidades a tu mente, echas de menos personas inexistentes, te duele el pecho y tienes ganas de llorar pero no recuerdas como se hacía y te das cuenta que la respuesta que tan desesperadamente buscas la tienes TU pero no sabes donde y te empiezas a sentir mal...muy mal...de repente, le das un vuelco a la situación y te encajas en tu marco de nuevo y te llena el vacio de lo vanal.

Realmente te encanta hacer puzzles con el rompecabezas que llevas dentro pero por fin sabes que para encajar todas las piezas hace falta tiempo, experiencia y más de un punto de vista. Así que te envalentonas y como diria una buena amiga "que no quiero mas queso, abuela" y dejas tus estupefacientes guardados para el próximo cuelgue

Así que ya no me duele más bien, me place esporadicamente salir del cuadro y volver a ser aire.